Partiendo
siempre de que para todo esto, la zorrita llevara una indumentaria
adecuada para la ocasión. Una blusa que permita en cualquier momento
y situación acceder a sus pechos, una blusa que cuando se agache
deje ver esos pezones erectos por la excitación del momento,
minifalda, ajustada y corta, de tal manera que cuando se siente se
suba lo necesario para poder apreciar sus muslos y el coñito que se
esconde entre sus piernas. Eso implica que la ropa interior estará
prohibida y no deberá llevar en ningún momento.
Cuando
llegue a casa a recogerte como buena zorrita y para darme la
bienvenida, me mamaras la polla, dejándola bien brillante y
reluciente de tu saliva, hasta que mi corrida llegue a tu garganta,
donde la degustarás.
Al
salir de tu casa, nos montaremos en una furgoneta de esas de carga
con cristales tintados en la parte trasera. Aparcaré en algún sitio
del centro y pasaremos a la parte de atrás. Allí te desnudaré y te
ataré a la furgoneta, de tal manera que me permita follarte la boca
y el coño a mi voluntad.
Empezaré
a follarte la boca hasta que me hayas puesto el rabo bien duro,
fíjate bien, no es que me la chupes, es literalmente follarte la
boca, metértela hasta el fondo y volver a sacarla y así
sucesivamente viendo como tu saliva se pega a mi polla y tu lengua
acaricia ligeramente mi polla.
Cuando
este bien dura, te subiré la falda y te follare desde atrás
mientras meto dos de mis dedos en tu culo, para que no deje de estar
preparado para recibir mi estaca en el momento adecuado. Continuare
así hasta que estés a punto de correrte y entonces me saldré y
allí quedaras, mientras salgo a fumarme un cigarrillo.
Después
del cigarrillo volveré a entrar y te atare un pañuelo en los ojos
para que no puedas ver lo se avecina.
A
continuación te introduciré un consolador que dejare enganchado en
tu coño para que no pares de correrte mientras me voy a tomar una
cerveza.
Luego
alguien entrará en la furgoneta, te quitará el consolador y lo
cambiará por una polla. Una segunda polla ocupará tu boca. Ambos
disfrutarán de ti, te utilizarán para su placer, para su
entretenimiento. Hasta que se corran, y entonces entraré de nuevo y
restregaré mi mano por tu coño para recoger la lechada de tu
follador desconocido y restregártela por la cara para que huelas a
macho mientras esperas y que de esta manera tu calentura siga
subiendo, volveré a alojar el consolador en su sitio y partiré a la
búsqueda de mas machos para mi zorrita.
Pronto
otros dos tíos vuelven a ocuparse de ti. Vuelven a follarte el coño,
el tratamiento de espera con el consolador ha surtido efecto, tu coño
es un surtidor de flujo. A cada empujón del macho que te folla por
detrás le acompaña un autentico baño de flujo vaginal, es como una
fuente de cálido néctar, mientras el que esta por delante aprovecha
cada empujón para meterte su polla hasta la garganta, descargando
allí su corrida.
El que te folla el coño pasa a darte su
polla para que la chupes y la limpies de tus jugos, que se escapan de
tu coño y corren por tus piernas. Mientras chupas y degustas esta
polla otra ocupa su lugar en el coño y así uno tras otro un montón
de machos sedientos de coño, sobre todo del coñito de una zorrita
como tú, van follándote el coño, para luego ponértela en la boca.
Las
palabras soeces se sucederán mientras te anuncian que se corren y
llenan tu boca de leche.
No puedes tragar tanta así que una parte de ella resbala por la comisura de tus labios y se desliza por el mentón, de vez en cuando alguien recoge esta leche sobrante y te la restriega por la cara, el cuello y tus tetas, estás totalmente llena de leche de macho, notas como caliente se pega a tu cuerpo y como los cuajarones se van secando sobre tu piel.
Al
tiempo, una pequeña multitud se ha congregado al lado de la
furgoneta, los cristales tintados solo velan un poco lo que esta
pasando dentro, un montón de hombres sedientos de sexo están
haciendo cola fuera, mientras los que salen de la furgoneta les
explican el pedazo de zorra que hay dentro, lo mamona que es, lo
cubierta que está de semen y como lo disfruta cada vez que una polla
desconocida entra en su coño o boca.
Algunos
aprovechando la situación te follan el culo, te la meten sin
esperar, tu ano esta dado de sí. Además estos se corren en tu culo,
el semen derrama hacia fuera con cada enculada que recibes, el suelo
de la furgoneta esta totalmente pringoso.
Cuando
las piernas ya no te aguantan te suelto y te desnudo del todo. Te
tumbo sobre el suelo de la furgoneta y entonces todos los pervertidos
que han estado viendo como una tras otra un montón de pollas
entraban en todos tus agujeros, empiezan a pajearse encima tuya, sus
corridas te van cayendo encima, su leche caliente y espesa va
cubriendo cada pedazo de tu cuerpo, una capa de esperma masculino
impregna tu piel mientras tu vas retorciéndote como una gata en
celo.
Te es completamente imposible abrir los ojos, tus párpados están cerrados por las lechadas, intentas en vano lamer las corridas que caen cerca de tu boca.
Tras
esto te llevo de nuevo a casa, donde obligo a tu marido a limpiarte a
base de lametones todo el cuerpo. Cuando estas bien limpia, te pongo
a cuatro patas sobre la cama y obligo a tu marido a ponerse debajo y
a guiar mi polla hasta tu coño. Allí te echo un polvo y después
paso a tu culo, cuando estoy a punto de correrme, la saco, lo justo
para que mi corrida pinte tu culo y ver como poco a poco resbalan mis
jugos hasta la cara del cabrón de tu marido.
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